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Las dos dosis de la vacuna Sputnik V contra COVID-19 usan un virus del resfriado humano (adenovirus) como “transporte” o “delivery”. Estos virus están modificados para que NO puedan multiplicarse y por lo tanto NO pueden enfermarnos.

Distintos medios de información publicaron que la agencia regulatoria brasileña ANVISA había encontrado en la vacuna Sputnik V adenovirus capaces de multiplicarse y causar enfermedad. 

 

¿Por qué es falso?

La vacuna Sputnik V contra COVID-19 consta de dos dosis cuyos componentes son distintos. Ambas dosis usan un virus del resfriado humano (adenovirus) que está modificado para que no pueda multiplicarse y por lo tanto no pueda enfermarnos. La primera y la segunda dosis usan adenovirus diferentes (la primera usa el adenovirus 26 y la segunda el adenovirus 5), ambos virus dentro llevan solo una porción del material genético del SARS-CoV-2. Estos adenovirus solo hacen de “delivery” para llevar la porción del material genético a nuestras células. Una vez que ingresa, las mismas van a ser capaces de fabricar únicamente una parte de la “corona” del coronavirus (la proteína S – Spike). Nuestro sistema inmune la va a reconocer como extraña y va a generar defensas contra ella. Estas defensas son las que nos van a proteger cuando nos enfrentemos al virus SARS-CoV-2. Entonces, del coronavirus solamente se encuentra esta porción S, por lo que, al no estar el virus entero, no puede multiplicarse ni causar la enfermedad COVID-19. Esta misma estrategia es la que usan otras vacunas como la de Oxford-Astrazeneca y Jhonson & Jhonson. La de Oxford utiliza un adenovirus del resfriado de chimpancé y son dos dosis iguales mientras que la de Johnson & Jhonson es una única dosis con el adenovirus 26 (equivalente a la primera dosis de Sputnik V). 

 

En el proceso de fabricación de estas vacunas se controla que la mayoría de los adenovirus que se encuentran en la formulación vacunal NO sean capaces de multiplicarse. Si estos adenovirus fueran, efectivamente, capaces de multiplicarse en nuestro cuerpo podrían provocar un resfriado. Esto representaría un riesgo en los casos de personas con su sistema inmune comprometido. Por esto último es que hay controles de calidad exhaustivos sobre los materiales que componen las dosis de vacunas para establecer cantidades aceptables de virus que pudieran recuperar la propiedad de multiplicarse.

 

No es cierto que la asociación regulatoria de Brasil (ANVISA) haya comprobado que la vacuna Sputnik V tuviera adenovirus capaces de multiplicarse. No se realizó ningún ensayo en Brasil en el que se comprobara esto. Ninguna agencia nacional de regulación hace ensayos por sí misma sino que evalúan los datos presentados por las empresas o instituciones que quieren registrar los diferentes compuestos/desarrollos. En el proceso de aprobación de la vacuna Sputnik V en Brasil, ANVISA cuestionó la posibilidad de que hubiera adenovirus replicativos, con capacidad de multiplicarse, en base a los controles que realiza el instituto Gamelaya en la vacuna para que esto no ocurra. Pero, finalmente, la agencia brasileña aprobó el uso limitado de la vacuna Sputnik V.

 

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