La nota hace referencia a un estudio realizado en el laboratorio cuyas condiciones podrían no ser las mismas en un contexto real, por lo que no se puede afirmar que se necesitan 80 días para que se genere una nueva variante del virus contra la cual nuestras defensas no sean efectivas.
En una noticia publicada en un medio digital, se afirma que un estudio comprobó que 80 días eran suficientes para que la selección natural transformara una variante del virus inicial en un virus mutante, contra el cual los anticuerpos no resultaban eficaces.
¿Por qué es falso?
La nota hace referencia a un estudio realizado en el laboratorio cuyas condiciones podrían no ser las mismas en un contexto real, por lo que no se puede afirmar que se necesitan 80 días para que se genere una nueva variante del virus contra la cual nuestras defensas no sean efectivas.
En el estudio usaron plasma de pacientes recuperados. El plasma contiene las «defensas» (anticuerpos) que un paciente generó contra el virus. De todas las muestras, eligieron la que tenía los anticuerpos más efectivos para bloquear al virus.
Luego, juntaron el plasma (que tiene los anticuerpos) con células infectadas con el virus SARS-CoV-2. Cuando un virus infecta a una célula, usa toda su maquinaria para hacer nuevas copias de virus. Pero las copias, pueden no ser completamente iguales a las originales. Con cada copia, se incorporan errores al azar (mutaciones).
En esta investigación dejaron el plasma con anticuerpos y las células infectadas por un número determinado de días y midieron cómo mutaba el virus y cómo cambiaba la eficiencia de los anticuerpos para bloquear el virus.
Vieron mutaciones al día 45, 73 y 80. Al día 80, una mutación generó una variante de virus completamente resistente al bloqueo de los anticuerpos del plasma usado. Además, todas las otras muestras de plasma recolectadas fueron menos eficientes para bloquear a la nueva variante, aunque esta reducción en la capacidad de bloqueo no fue total.
Este es un experimento de laboratorio. Que el virus mute a los 80 días no es una regla general. Además, este experimento de laboratorio sólo mide una respuesta contra el virus de COVID-19, la de anticuerpos. Los humanos tenemos otras defensas contra el virus que también pueden hacer que el virus se multiplique menos. En el laboratorio, el virus puede crear muchas copias libremente y hay más posibilidades de que incorpore mutaciones. Pero en pacientes vacunados o recuperados (los que tienen estos anticuerpos), la cantidad de copias que puede fabricar el virus es menor.
Sin embargo, pueden ir surgiendo nuevas variantes del virus, como ya viene ocurriendo. Por lo tanto, es importante monitorear todas las mutaciones que van surgiendo en las nuevas variantes y en particular las que sean en la porción S del virus (la “llave” con la que entra en nuestras células para infectarlas), que es contra la que se dirigen la mayoría de las vacunas.
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