Ya hace varios días se está hablando mucho sobre las cabinas UV que se usan para secar el esmalte semipermanente, una moda que está en tendencia desde hace varios años. Todo empezó cuando apareció un artículo en la revista Nature que demostró que en condiciones de laboratorio algunas células de la piel expuestas a las luces UV de estas cabinas, se pueden volver cancerosas. Después, llovieron noticias relacionadas en las que se asegura que muchas personas se enfermaron o sufrieron graves consecuencias por culpa de las cabinas. Si bien esta idea apareció en muchos medios masivos de comunicación con tonos alarmistas, desde Ciencia Anti Fake News queremos revisar la veracidad de cada partecita de estas noticias y traer información basada en conocimiento científico.
¡Que no cunda el pánico!
Antes que nada, vamos a analizar el artículo de Nature con sus lógicas limitaciones.
1.El artículo se basa en resultados en condiciones de laboratorio y estas condiciones no logran representar la verdadera complejidad del ser humano. Por ejemplo, en el experimento de laboratorio, no hay muchas capas de células como nuestra piel. Otra cosa no menor es que las células del laboratorio no tienen epidermis, que es la capa más externa de nuestra piel, y la que se vería afectada por este tipo de radiación.
¿Podemos resumir este punto 1, por favor? Sí, estamos diciendo que las células cultivadas en un laboratorio no tienen porqué responder a un determinado estímulo (la luz UV de las cabinas en este caso) igual que responde una persona, con su piel formada por un montón de células diferentes y en contacto con un montón de tejidos diferentes.
Por todo esto, podemos decir que el daño en las células en condiciones de laboratorio no es suficiente para asegurar que esto cause cáncer de piel en seres humanos.
2. Es cierto que las cabinas UV para bronceado artificial de la piel fueron clasificadas como causantes de cáncer por la Agencia Internacional de Investigación en Cáncer, pero tienen una luz de amplio espectro, que puede penetrar más profundo en la piel. Las cabinas UV para uñas emiten radiación UVA, tienen un rango más pequeño de luz específico para reaccionar con los fotoiniciadores presentes en los geles de uñas y por lo tanto secarlos.
3. Los daños observados se corresponden a sesiones de 20 minutos dos veces por día o diariamente durante 3 días, mientras que un servicio típico de manicuría implica aproximadamente un total de 3 minutos por cada mano y repetición del servicio cada 15 días.
4. Los resultados que muestra el estudio tienen una importancia científica, pero puede que no tenga implicancias clínicas en los seres humanos.
Entonces… ¿Por qué se siguen usando y vendiendo las cabinas UV para uñas?
De acuerdo con lo que leemos arriba, el artículo de Nature sugiere que la luz UV de las cabinas podría ser perjudicial para las células, en un contexto controlado de laboratorio. Y acá, es clave la palabra sugiere (por eso la pusimos en negrita, guiño guiño). Si buscamos un poco, podemos encontrar algunos reportes de personas que al exponerse durante muchos años periódicamente a servicios de esmaltado de uñas acrílicas desarrollaron cáncer de piel. Por ejemplo en este trabajo aparecen reportes de dos pacientes: una que tiene una historia de 15 años de uso de cabinas UV para uñas con servicios de 2 veces por mes y otra paciente que se realizó 8 servicios anuales exponiéndose a cabinas UV para uñas. En otro trabajo se reporta también el caso de una paciente que desarrolló cáncer de piel en los dorsos de manos y pies tras 10 años de exposición a cabinas UV cada 2 o 3 semanas. Lo que se concluye en estos trabajos es que el uso de las cabinas UV para manicuría es una probable causa del cáncer, pero son muy pocos casos como para confirmarlo.
Sin embargo, es muy importante considerar que para el daño causado en las células la continuidad del daño toma relevancia, porque el deterioro puede ser pequeño pero sostenido en el tiempo. Esto puede aumentar las posibilidades de desarrollar cáncer y también favorecer el envejecimiento de la piel.
Además en otra investigación se encontró que en menos de 10 minutos de exposición a las lámparas UV de las cabinas, se recibe la dosis de radiación límite recomendada por día para todo el cuerpo.
En términos regulatorios, las cabinas para secado de uñas son un dispositivo estético, por lo que no están reguladas por las autoridades correspondientes.
Desde CAFN bancamos los memes pero tenemos obsesión con la ortografía :/
La FDA de Estados Unidos excluye a los productos cosméticos de su regulación y aprobación y en Argentina ANMAT no tiene injerencia en los dispositivos estéticos (pero sí en los productos cosméticos) y por eso, son de libre venta y distribución. En internet, se pueden encontrar publicaciones de compraventa donde se publicitan cabinas LED UV indicando que “no dañan ojos ni piel”, que es “luz inofensiva”, entre otras falacias, pero no hay documentación ni resultados que respalden esos dichos.
¿Se acabó todo, todillo? No, no es tan así.
Actualmente la literatura al respecto es contradictoria, porque mientras aparecen artículos que muestran que las cabinas UV son perjudiciales, hay otros que encontraron que el riesgo es relativamente bajo (https://escholarship.org/uc/item/5hx4g5v4).
Frente a esto, lo que podemos hacer es tomar las evidencias científicas con cautela y precaución. Siempre es mejor prevenir que curar, entonces:
– Preferí las cabinas que sean de luz LED porque este tipo de luz seca en menos tiempo y con emisiones más seguras para nuestra piel.
– Aplicá protector solar con SPF 30 o más, en la totalidad de tus manos y pies 20 minutos antes del turno.
– Como alternativa, se pueden usar guantes de nitrilo con las puntas de los dedos cortadas para que se pueda acceder a la zona de las uñas, pero protegiendo al resto de las manos de la exposición UV.
– Controlá el tiempo de exposición. En general no se deberían utilizar las cabinas UV por más de 10 minutos por mano por sesión.
– La FDA recomienda que no utilices cabinas UV si tomás medicaciones que te hagan más sensible a radiación como anticonceptivos orales, estrógenos, y algunos antibióticos (https://www.fda.gov/consumers/consumer-updates/how-safely-use-nail-care-products)
– Si te encontrás alguna lesión en la piel (lunares nuevos, cambio de forma de lunares, manchas en la piel o debajo de las uñas), es importantísimo que vayas a un profesional dermatólogo para que las evalúe.
Por último, también se utiliza luz UV para activar blanqueadores de dientes o para otros fines cosméticos y, si bien aún no hay evidencias que muestren que sean perjudiciales, recomendamos tomar precauciones similares a las que mencionamos arriba.
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Por Ana Schafir y Mercedes Pastorini.
Editado por Rocío Tognacca.
Fuentes bibliográficas:
https://onlinelibrary.wiley.com/doi/epdf/10.1111/phpp.12398
https://www.jidonline.org/article/S0022-202X(15)36202-3/fulltext