El Ministerio de Salud de la Nación publica regularmente informes de vigilancia, en donde se describen los efectos adversos que se van observando a medida que avanza el plan de vacunación. La información que ha ido surgiendo hasta el momento corrobora lo previamente observado en las distintas pruebas clínicas por las que pasaron cada una de las vacunas que se encuentran en utilización: los beneficios de vacunarse superan ampliamente a los riesgos de efectos adversos.
En un audio que circuló por WhatsApp, una bioquímica afirmó que los efectos adversos que pueden ocasionar las vacunas contra COVID-19 son mucho peores que atravesar la enfermedad causada por el virus SARS-CoV-2.
¿Por qué es falso?
El Ministerio de Salud de la Nación publica regularmente informes de vigilancia, en donde se describen los efectos adversos que se van observando a medida que avanza el plan de vacunación. La información que ha ido surgiendo hasta el momento corrobora lo previamente observado en las distintas pruebas clínicas por las que pasaron cada una de las vacunas que se encuentran en utilización: los beneficios de vacunarse superan ampliamente a los riesgos de efectos adversos.
Un porcentaje de personas que se infectan con el virus SARS-CoV-2 tiene complicaciones graves, asociadas a la enfermedad COVID-19. El 7,8% de las personas con COVID-19 tienen embolia pulmonar, el 11,2% tiene trombosis venosa profunda. De los casos que requirieron cuidados intensivos, el 23% desarrolló tromboembolismo venoso. También provocó accidentes cerebrovasculares en alrededor del 1,6% de las personas y se estima que el 30% de las personas con la enfermedad desarrollarán trombocitopenia. A su vez, la enfermedad provoca distintas afecciones cardíacas como insuficiencia cardíaca, arritmias, daño miocárdico, embolias y miocarditis que se dan en el 15.3% de los pacientes. Además, se la reconoce como una enfermedad persistente, cuyas secuelas de largo plazo aún se encuentran en estudio.
En contraposición, el riesgo de sufrir efectos adversos graves por que requieran hospitalización tras recibir una dosis de una vacuna es de aproximadamente 0,0486% (de las vacunas que se aprobaron y son utilizadas en Argentina). En Argentina, desde el inicio de la Campaña Nacional de Vacunación contra la COVID-19 se han notificado, hasta las 6 AM del 31 de agosto de 2021, al Sistema Integrado de Información Sanitaria de Argentina (SIISA) 52.649 ESAVI posteriores a la vacunación tras la aplicación de 43.521.623 dosis de vacunas contra la COVID-19. Esto es una frecuencia del 0,12% de posibles efectos adversos (de cualquier tipo). Solo comparando este número con el 7,8% de casos de embolia por COVID, ya podemos notar la diferencia sustancial entre riesgos asociados a la vacunación de aquellos asociados a la enfermedad (https://bancos.salud.gob.ar/recurso/15o-informe-de-vigilancia-de-seguridad-en-vacunas).
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