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Si bien existen varios trabajos que relacionan la irisina con el ejercicio físico y la obesidad, no hay estudios que la relacionen directamente con COVID-19

En redes sociales circuló un video en el cual se especifica que el ejercicio físico es clave en la lucha contra COVID-19 dado que se ha comprobado que gracias a éste se produce una hormona que bloquea el transporte del SARS-CoV-2 a las células, impidiendo el desarrollo de la enfermedad.

 

¿Por qué es falso?

Un estudio de la Universidad Estatal Paulista (UNESP) sugiere que la hormona irisina, liberada por los músculos durante el ejercicio físico, puede tener un efecto preventivo en casos de coronavirus. La irisina altera la cantidad de proteína ACE2, la “cerradura” por la que entra el coronavirus a nuestras células, que puede producirse en nuestro organismo.

En el trabajo se realizaron ensayos en condiciones de laboratorio. A células llamadas adipocitos (que almacenan principalmente grasa) se les administra irisina y se observa que luego, las células empiezan a modificar ciertos componentes, entre ellos ACE2. Dado que el ejercicio estimula la producción de irisina, y se vio que ésta modifica los adipocitos, se concluye que el ejercicio físico disminuiría indirectamente la cantidad de ACE2 y así podría disminuir la entrada del virus al cuerpo.


En este estudio en ningún momento se evalúa la actividad física en sí, sino que se hacen extrapolaciones teóricas sin haber realizado ensayos en humanos. No se prueba que las personas que hacen actividad física tengan menos ACE2 ni que por esto sean menos susceptibles a la infección por SARS-CoV-2.


Existen varios trabajos que relacionan la irisina con el ejercicio físico y la obesidad, incluso varios de ellos la mencionan como una de las hormonas importantes involucrada en los beneficios de hacer actividad física, pero no hay estudios previos que la relacionen directamente con COVID-19 ni con ACE2. 


Por otro lado, sabemos que el ejercicio físico regular es beneficioso para el cuerpo y la mente. Puede reducir la hipertensión, ayudar a controlar el peso y disminuir el riesgo de enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, diabetes de tipo 2 y distintas formas de cáncer, enfermedades que pueden aumentar la vulnerabilidad a la COVID-19. En general, está establecido que realizar ejercicio de manera regular está asociado con una disminución de la infección por enfermedades, en la tasa de mortalidad por enfermedades infecciosas, y una mejora del sistema inmune.

 

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